(Por: David Calle Tenorio)

TAMPA, FLORIDA — En 2008, la Dra. Mary Newport, una neonatóloga de Florida, enfrentaba una pesadilla: su esposo Steve, de 53 años, se hundía rápidamente en las sombras del Alzheimer. Medicamentos convencionales fallaban. Entonces, Newport decidió apostar por una sustancia olvidada en los anaqueles occidentales: el aceite de coco virgen. Su historia desencadenó un movimiento global… y una feroz controversia científica.

La Desesperación que Encendió una Chispa

Newport no actuó por fe ciega. Tras investigar, halló estudios que vinculaban el Alzheimer con un “hambre cerebral” de glucosa. Su hipótesis: los cuerpos cetónicos, moléculas producidas al metabolizar grasas, podrían ser un “combustible alternativo” para neuronas agonizantes. El aceite de coco, rico en triglicéridos de cadena media (TCM), promovía cetosis sin ayuno extremo.

Con nada que perder, Newport añadió 2 cucharadas de aceite de coco al yogurt de Steve, dos veces al día. Los resultados, documentados en su blog y libro “Alzheimer: ¿Qué si existiera una cura?”, fueron asombrosos:

  • En 60 días: Steve recuperó capacidad para dibujar un reloj (prueba estándar de deterioro cognitivo).
  • Mejoras observadas: Memoria a corto plazo, humor, capacidad para leer y socializar.
  • Regresión al suspenderlo: Un viaje sin aceite confirmó para Newport su impacto.

“Fue como verlo despertar”, declaró Newport a este medio. “No era una cura, pero era vida donde solo había resignación”.

La Ola Newport: Esperanza Popular vs. Escepticismo Científico

El testimonio de Newport se viralizó. Foros de cuidadores, libros “milagro” y ventas de aceite de coco se dispararon. Pero la comunidad científica reaccionó con cautela:

  • Falta de Evidencia Robustas: Los estudios en humanos son escasos y pequeños. Un ensayo de 2017 (Small Study at USF Health) mostró mejoras cognitivas leves en algunos pacientes, pero no fue concluyente.
  • Mecanismo vs. Resultados: Sí, las cetonas alimentan neuronas. Pero ¿retrasan realmente la neurodegeneración? El NIH advierte: “No hay pruebas suficientes para recomendar el aceite de coco contra el Alzheimer”.
  • El Problema de la Grasa Saturada: El aceite de coco es >80% grasa saturada. La AHA alerta que eleva el colesterol LDL (“malo”), riesgo cardíaco en poblaciones vulnerables.

Dra. Melissa Schilling (Neurocientífica, NYU), crítica pero abierta, lo resume:

“La teoría cetogénica es fascinante y merece investigación rigurosa. Pero convertir el aceite de coco en un ‘superalimento’ para el Alzheimer es prematuro y peligroso. Puede generar falsas esperanzas o desatender terapias validadas”.

Más Allá del Alzheimer: ¿Dónde Sí Hay Consenso?

Mientras el debate del Alzheimer continúa, otros usos del aceite de coco ganan respaldo:

  1. Epilepsia Refractaria: Dietas cetogénicas médicamente supervisadas (que incluyen TCM) son tratamiento estándar para niños con epilepsia intratable.
  2. Salud Bucal: Estudios confirman que el “oil pulling” (enjuague con aceite de coco) reduce bacterias orales y gingivitis.
  3. Piel Dañada: Su aplicación tópica mejora dermatitis, cicatrización y barrera cutánea (varios meta-análisis).

El Legado de Newport: ¿Qué Aprendimos?

Mary Newport no “curó” a Steve (falleció en 2016), pero su lucha dejó huella:

  • Activó la Investigación sobre Cetonas: Hoy, fármacos que elevan cetonas (ej. AC-1204) están en ensayos clínicos avanzados para Alzheimer.
  • Empoderó a Pacientes: Puso foco en terapias metabólicas y la voz del cuidador.
  • Advertencia sobre Charlatanes: Su caso es usado y mal usado por vendedores de “curas naturales”. Newport siempre insistió: “Consulte a su médico, no abandone tratamientos”.

Conclusión: Entre la Ciencia y la Fe

El aceite de coco no es la bala mágica que algunos proclaman. Pero la cruzada de Newport expuso una verdad incómoda: la medicina desespera ante el Alzheimer. Mientras la ciencia busca respuestas, miles siguen usando aceite de coco como Steve: no por fe en un milagro, sino por fe en una posibilidad.

“En la niebla del Alzheimer, hasta un destello de lucidez es un sol”, escribió Newport. Su legado no es un tratamiento, sino un desafío: ¿Podremos convertir su destello en luz duradera? La respuesta aún se cuece en laboratorios… y en cocinas de todo el mundo.


Fuentes Consultadas:

  • Dra. Mary Newport: Blog personal, libro “Alzheimer’s Disease: What If There Was a Cure?” (2011).
  • Ensayos clínicos: USF Health Study on Coconut Oil & Alzheimer’s (2017), Neurobiology of Aging.
  • Posiciones científicas: NIH (National Institute on Aging), Alzheimer’s Association, American Heart Association.
  • Estudios sobre aplicaciones tópicas/orales: Journal of Traditional and Complementary MedicineInternational Journal of Dermatology.